No lloro, nomás me acuerdo

Como la vez que entrevisté a un malandro que iba a pasar toda su vida en prisión por multihomicidio.

Me dijo que lo único que lamentaba de todo lo que había hecho, era en haberse dejado atrapar.

También que una condena vitalicia era una tontería, porque no había nada más peligroso que un hombre sin miedo a perder nada cuando le quitan todo.  

Hoy recordé sus palabras y aunque las escribí hace tiempo, por primera vez las entendí.





Comentarios

Entradas populares